Tanto si quieres ser parte de un grupo en casa como si quieres abrir tu hogar para acoger a otros, aquí tienes una oportunidad de oro para crecer y ver cómo otros crecen.
Los domingos son un momento increíble para celebrar, pero nos encontramos limitados por el tiempo y la imposibilidad de conocer a toda la iglesia. Ahí es donde entran en acción los grupos en casa, un lugar para desarrollar de forma intencional la comunidad, estudiando la Biblia y orando juntos. De esta forma se desarrollan relaciones constructivas, basadas en el evangelismo y la enseñanza constante.